Sin duda, pocas cosas me inspiran tanto como el tener que contar con un regalo magistral para la Navidad.
No hay nada que pare el tiempo y con pandemia y todo, la Navidad está muy pronta a llegar y sé que mi hija espera un regalo como cada año. Por supuesto que, como cada año, el regalo perfecto es muy difícil de encontrar.

Fuera de categoría están las muñecas Barbie, desde la Barbie ama de casa hasta la Barbie Feminista (que seguro la hay y yo no la compraría), las mascotas de tipo robot que son burdos intentos de imitar algo que uno quisiera comprar, una mascota no se compara con esos peluches que con las justas se mueven, celulares o tablets y tecnología están también fuera de tema ya que por la edad de ella, no sería ni dable ni responsable obsequiarle con uno, muñecas varias, cocinitas, parrillas, trapeadores, entre otros accesorios que inspiran a ser ama de casa (o sirvienta) tampoco calzan. Sin embargo hay una sección de la que si me gustaría sacar regalos, me gustaría comprarle algún rifle o pistola o algo pero sé que andaría atormentando a mis gatos, autos y pistas de carreras también se ven tentadores pero ya no hay lugar para más de esas cosas grandes aquí, libros quizás si encuentro alguno bueno, pero nada como lo que yo quisiera darle, entonces me propongo sorprenderla esta vez.

Hace un tiempo le regalé una muñeca hermosa hecha por mi, pero a falta de ropa y accesorios, terminó por arrumbarla al fondo de su baúl de juguetes, en ese tiempo yo no era muy ducha en confeccionar vestuarios y me dio pereza hacerle un armario lleno como ella quería, hoy, claro, sería muy sencillo y con gusto lo haría, lástima que vendí esa muñeca preciosa sin que siquiera lo advirtiera.

Entonces me encuentro con que ahora sí tengo información suficiente para poder imaginar un regalo que le guste, apasionada como es de uno de mis videojuegos favoritos, Mario Bros. Estoy trabajando día y noche en un gran muñeco de Mario, pero no uno cualquiera, un requisito absolutamente indispensable es que sea un muñeco destinado a ella, que es aún una niña, debe poder moverse sin límites, piernas, brazos y cabeza, debe poder sentarse, pararse y luego volver a sentarse sin que haya el riesgo de que se descosa o aflojen las costuras o que el hilo carcoma la tela de tanto rozarla, debe tener varios vestuarios intercambiables y el cuerpo del muñeco debe poder soportar ese interminable cambio y recambio, debe ser Mario mismo materializado, no algo parecido ni algo similar que a duras penas se reconoce como el personaje. Debe ser perfecto, durable e increíble.

Es así que he tomado un cuerpo de muñeco de plástico y estoy trabajando sobre él para convertirlo en Mario, elegí algunos vestuarios pintorescos y característicos y los estoy cosiendo, será una sorpresa preciosa si todo sale bien, por el contrario si no sale como deseo, irá a parar a la basura como muchos proyectos que no funcionaron y creo que tendré que elegir algo fabricado y plástico o un buen libro, aún no lo sé, quizás encuentre un lego a buen precio.

Me deseo mucha suerte y mucho ánimos en este difícil proyecto :)